lunes, 15 de septiembre de 2008

CARTA DE LUISJA

¿Cuándo pasamos de los picaditos callejeros a las batallas campales en los estadios y en las calles?
Cada que conversamos los amigos y compañeros de trabajo, sobre lo que ocurre hoy en los escenarios deportivos, no puedo evitar retrotraerme a mi infancia y a mi juventud, en ese tiempo las cosas eran distintas; todo se arriesgaba por un picadito en la calle. Sólo teníamos pelotas que pateabamos como si fueran los más finos balones profesionales, bastaban cuatro piedras para demarcar las porterias y todo nuestro entusiasmos desbordado. Quedaban en vilo las tareas, los mandados, las arregladas del cuarto, las insistentes llamadas a almorzar desde las ventanas, que recibian como respuesta coros espontaneos que gritaban “yaaa vooooyyyy” con un sonido largo que servía para todas las mamas, las hermanas mayores y las tías que insitían en el llamado. Nadie sabía quién respondia, todos respondiamos.
Desde entonces y hasta hoy en mi ejercicio profesional de maestro, como adulto, como padre sigo pensando y sobre todo sintiendo, no sin nostalgía, que el deporte no es sólo formación física y emocional, que no basta con decir que la práctica de algún deporte fortalece el espirítu y ayuda al estrés, a las relaciones con los otros, etc. Todo eso es verdad pero el deporte, su práctica y su disfrute es una forma de vida, es una manera de construir relaciones, de respetar, de valorar, de tolerar, de ser ciudadano.
En un desafío callejero o en una improvisada cancha nos comprometiamos a fondo todos, en ocasiones y con la fuerza que iba tomando el juego aparecían los empujones y las rabias, una que otra patada mal intencioanda, propia del acaloramiento, pero no recuerdo ninguna pelea más allá de lo mencionado con las sabidas palabrotas del momento que ayudaban a desacolarar los animos. Siempre alguno asumía el papel de conciliador, separaba los alterados, y los retaba a jugar, a no parar el partido, a gozar del espacio vital que nos proporcionaba seguir las reglas del juego, buscar el triunfo, reconocer al otro, defender espacios, poner todo para conseguir ganar.
Triunfo y derrota que se celebraba juntos, en la esquina, esparramados en la acera, recogiendo el sudor con las camisetas, viejas algunas, finas otras, con los escudos de los equipos admirados, no importaba; con la gaseosa compartida, con las risa y los comentarios de cada jugada, de cada incidente, de cada momento.
Nuestros padres decían que perdiamos el tiempo, que nos volveríamos unos vagos, nos decomisaban los balones, y claro uno que otro vidrio quebramos, y nos echaban la policia, de cuenta de los mejores partidos de mi vida, compartidos con amigos entrañables, conocí por dentro la patrulla, algunos paseos nos dieron.
Hoy como maestro y como padre puedo ver la gran diferencia entre un picadito en la cuadra, tres partidos y hasta cuatro en un día, con el embelezamiento que produce a un niño o a un adolescente estar por horas frente al computador jugando con la maquina o frente al televisor. La diferencia es enorme, no quiero referir que es mejor o peor, lo que quiero es un balance para saber como encontrar una justa medida, como combinar correr y reirse al aire libre y el apasionamiento y la adrenalina que hoy producen estos juegos.
Una buena parte de los padres no lleva a sus hijos al estadio, sienten temor, además no es un buen ejemplo. Cuando yo estaba pequeño fui de la mano de mi padre a ver al poderoso DIM, de él herede el carácter de sufrido que llevamos a cuesta los que seguimos esa casaca; luego con mis amigos tuve mis primeras salidas solo, a visitar el estadio tribuna de gorriones, con cada una se hizo más fuerte mi gusto y mi alegría por el futbol.
Yo aprendí, entre los picaditos y los desafios de mi cuadra con mis amigos y las idas al estadio, recuerdo la ansiedad de la llegada, la emoción en cada jugada, a admirar a los jugadores profesioanles, a querer emularlos. Aprendí a escuchar la radio y a seguir en las revistas en blanco y negro, compradas con los ahorros de la mesada e intercambaidas como pequeños tesoros, a valorar el esfuerzo y el tezón de los otros.
Me duele darme cuenta que todo eso se desdibujó, asistir al estadio es peligroso, y cada vez caben menos espectadores, porque tienen que ser ocupados, por la casi totalidad de la fuerza pública, para contener las barras bravas, las turbas humanas que entran armadas, que ponen su creativdad y su ingenio en armarse físicamente, porque sus espirítus ya están suficientemente cargados.
¿Esto es producto de qué?, no tengo respuestas, no desconozco el lugar de una sociedad acelerada en procesos de modernización que no se correspondió con procesos de formación política, léase del manejo de lo público, de la participación, el reconocimiento y la diferencia.
Esta es una invitación a mantener abierto este diálogo, a conversar sobre, esta situación. No es una remembranza del pasado, es más bien una propuesta desde nuestro colegio, que nos permita acentuar el goce por el deporte y la actividad física, que ayude a pacificar los espirítus, que evite que sigan aumentando la torpeza motriz, la obesidad, la pasividad, la falta de coordinación motora, la pereza que no solo se traslada a la actividad física sino también a la académica.

LUIS JAVIER HERNÁNDEZ MONTOYA COORDINADOR CONVIVENCIA

9 comentarios:

alex dijo...

El texto nos demuestran como la guente vieja habla sobre todo lo que pasa hoy en dia como chaves,cosas de futbol muertes cosas horibles por que cada dia el mundo se vuelve un caus cada dia muere guente o es matada o violada entre otras cosas luija es una persona que nos demuestra como son las cosas es sus tiempos como an cambiado coda dia.

Ferney Hernández dijo...

esto nos vuelve a ablar sobre sobre lo que es la corrupcion de la sociadad sobre el hombre, se refiere en que en sus momentos de juventud y de niñes la cosas no eran asi era mas el repeto que la violencia,
pero con los años se perdieron aquellas cosas buenas entrando una maldad a nosotros, la juventud de las fiestas, la droga, la violencia y el dinero por que esa es la reputacion que nos hemos ganado con nuestros actos. asta donde llega que en un buen acto como lo es el futbol o otro tipo de deporte competitivo donde se juegan dos quipos el vensedor reta al perdesor y el perdedor mata ataca al vensedor y mas aun actos de bandalismo de en un muro de la calle escribir un pensamiento malo, auqnue esto es un arte pero lo buelben bandalismo contra la cultura

Anónimo dijo...

aqui se puede ver claramente como la pureza y claridad del deporte se ha ido acabando y se ha ido convirtiendo en un acto sucio y violento, se ve como el "progreso" de la humanidad ha ido dañando
la forma en q nos divertiamos.
creo que ahora mas que nunca deberiamos reflexionar y pensar... esto es lo que queremos para nosotros?

davides dijo...

Luisja en este testo nos dice las diferentes etapas de madures que ban trayendo los años de la vida y los diferentes gestos que hacemos y el avalo.

cuando la jente crese mas sabia e intelijente se buelbe

9lemdim9 dijo...

pues el texto nos demuestra de la gran pasion que hay sobre el futbol (un picadito)lo que nos quiere decir es que a cambiao mucho la juventud de ahora sobre estar pegado de un teevisor play o cualquier cosa en ves de ir a juaga cosas deportibs aunque nos llmen a almorsar. para mi tiene toda la rason y me gustaria volver a ver eso.

Anónimo dijo...

QUE LASTIMA QUE SE HAYA PERDIDO LA TRANQUILIDAD Y SEGURIDAD PARA ARMAR ESTOS JUEGOS EN LAS CALLES, COMO CUENTA LUISJA, LO MISMO QUE VISITAR EL ESTADIO, YA EN ESTE MOMENTO ES MUY PELIGROSO POR LAS BARRAS ARMADAS QUE ASISTEN A ESTOS PARTIDOS. POR LA INSEGURIDAD QUE SE DA EN LOS BARRIOS NOS VEMOS LOS NIÑOS Y JOVENES ENCERRADOS JUGANDO CON APARATOS ELECTRONICOS, QUE DICEN LOS ADULTOS NO SON TAN BUENOS, YA QUE NO ESTAMOS EJERCITANDONOS FISICAMENTE NI AL AIRE LIBRE.

simon marulanda dijo...

el texto nos habla de la inquietud que manejamos los mas jovenes por que en vez de jugar y hacer deporte nos ponemos a jugar play 2 en vez de jugar bote tarro no la pasamos en el computador y el futbol es una pelea constante de muertes y guerras

juan jose dijo...

El texto nos demuestra como son las cosas hoy en dia y nos habla sobre todo lo que pasa, la persona que escribio este texto: Luis Javier nos habla sobre lo que ocurria en su tiempo y como an cambiado cada dia mas y mas.

nicolas gonzales neira dijo...

Esta reflexición nos confirma lo que ya sabemos que cada día es mayor la intorelancia, la falta de amor para nuestros hermanos y que se escudan en el deporte para poder dar rienda suelta a toda esa viloencia que llevan
por dentro muchas veces en un estado de drogadición o alcolizados, dejan aparte el valor real del deporte. Por eso tenemos que recuperar todo lo perdido como la liberta de ir a un estadio sin miedos a pollar nuestros eaquipos y saber gozar el triunfo como tambien la derota que no es más que una nueva enseñanza, tambien recuperar el respeto hacia nosotros mismos. No apoyando alos agresibos ydando ejemplo con nuestro comportamiento.