martes, 28 de octubre de 2008

como crear un comentario

Como crear un comentario

Preparación

Todo texto es una invitación personal del autor para que lo acompañes con tu lectura a un mundo mágico en el que podrás compartir con él unas ideas o conocimientos, experimentar determinadas sensaciones o simplemente pasar un rato agradable mientras lo leas.
Consejos:

No tomes el comentario como una obligación.

Acércate a él con curiosidad y la mente abierta. Descubrirás que puedes encontrar en él grandes sorpresas.

Lo primero que tienes que hacer es leer atentamente el texto para entender su sentido global. Pero una sola lectura no es suficiente porque te pueden pasar desapercibidos ciertos detalles importantes; léelo una segunda vez.

Ten en cuenta las siguientes cuestiones:

Lo que tengas que comentar seguramente será muy breve y tendrá un sentido completo, unas veces porque, tal como lo ha concebido su autor, tiene poca extensión y otras porque lo que se te ofrezca será un fragmento.

El texto es una pieza que forma parte de un puzle o un rompecabezas (el libro de donde se ha extraído) que, a su vez, está formado por otras pequeñas piezas o resortes que hacen que funcione. Tienes que localizar cada una de ellas para desmontarlas, ver cómo funcionan y volverlas a montar a fin de recomponer, de nuevo, la totalidad del conjunto.

Todavía puede existir alguna expresión o frase hecha que se te resista, sobre todo si el texto no es actual. Indaga su verdadero significado. Intenta descubrirlo por ti mismo; eres un maravilloso detective. Investiga por tu cuenta y llega a unas conclusiones.

Preparación:

Hay veces que el escritor te manda un mensaje y tú no lo puedes recibir correctamente porque te falta instrucción. No es que seas torpe, lo que ocurre es que los tiempos van cambiando y las ideas, los intereses e incluso la forma de expresarse la gente va transformándose. Recuerda que la literatura, igual que el arte o la propia música cambia con el tiempo al igual que las personas.

Busca información que te ayude a meterte un poco en contexto para poder descifrar ciertas claves. Acude a tu libro de texto, manuales o Internet en busca de información e indaga:

Quién fue su autor, qué escribió, en qué siglo vivió y en qué movimiento literario se le incluye.

Cuáles eran las ideas, preocupaciones y temas principales de la sociedad de ese momento.

Pregúntate cuál es la finalidad que persigue el escritor con su texto: transmitir una información, describir una persona o un objeto, criticar a alguien o algo, inducirte a que pienses de determinada manera, hacerte experimentar unos sentimientos o sensaciones, mofarse de alguno...

Haz más fácil tu trabajo: si el texto no está numerado, numera de cinco en cinco los versos o las líneas. Te será provechoso para hacer referencia a determinadas frases sin tener que copiarlas enteras cuando quieras justificar lo que comentes.

Localización

Ahora sí que empieza el verdadero comentario.

Tienes que presentar el texto, indicar su autor y hacer alusión a su época:

Has de señalar qué tipo de texto es, el género literario al que pertenece e indicar si es un texto completo o un fragmento.

Debes situarlo en el apartado o parte en el que esté insertado (si es un poema, un ensayo breve, un texto científico o humanístico, etc.), en el capítulo o secuencia a la que pertenece (en una novela), o en el acto y la escena en que esté incluido (en una obra teatral).

Has de señalar la obra en la que está integrado y situar esta en el conjunto de lo que haya escrito el poeta o prosista, atendiendo al género literario y a la totalidad de lo que haya escrito.

Indica la trayectoria artística del autor, el movimiento literario al que pertenece y el siglo en el que vivió.

El propio contenido del texto, pero sobre todo tus conocimientos y las conexiones que seas capaz de crear entre lo que se dice en él y lo que tú sabes, es lo que te facilitará la correcta comprensión e interpretación.

Análisis del contenido

El texto o el fragmento tiene siempre una coherencia textual; todo lo que se expone en él está relacionado. Lo más normal, independientemente de que sea prosa o verso, es que no todo lo que aparezca en él tenga la misma importancia. Unas cosas se presentan supeditadas a otras porque si todo fuera igual de importante no nos llamaría nada la atención. Así que el autor subordina unos elementos o hechos a otros.

Consejos preparatorios previos:

Lee otra vez el texto.

Anota en el margen o en un papel aparte los temas o ideas que se tratan.

Este es el momento de comenzar a elaborar tu comentario de texto. Para analizar el contenido habrás de realizar un resumen, además de abordar otros aspectos como el tema, la estructura o el tono del texto.

El tema es la idea básica que puedes extraer del texto. A veces el autor te ayuda a encontrarlo a través del título, otras lo descubres en el interior o lo tienes que deducir en función de lo que en él se expone.

Exprésalo con el menor número de palabras que puedas. Una oración muy breve o incluso un sintagma nominal será suficiente.

No olvides que el tema es la esencia del texto por lo que deberá estar implícito o explícito en todo él, de lo contrario, lo estarás confundiendo con un subtema y tendrás que seguir buscando.

Análisis del contenido: resumen

Recuerda:

Cuando resumes el texto te limitas a decir lo mismo que en él se expresa pero con tus propias palabras y de forma muy abreviada.

En tu resumen no puedes incluir tu opinión, ni información externa a él. Debes evitar expresiones del tipo: el autor dice, opina o quiere expresar…, porque el resumen no es un comentario.

La extensión dependerá de la que tenga el texto, pero procura que no sobrepase los seis o siete renglones. En todo caso, no debe ser superior a una cuarta parte del original.

La estructura es la organización interna del texto, algo así como el armazón que lo sustenta. Es lo que tradicionalmente entendemos por las partes en las que lo podemos dividir.

La estructura suele estar en relación con la tipología del texto: expositivo, argumentativo, narrativo, descriptivo, dialogado, etc.

Muchos de los textos que puedas comentar seguramente tendrán tres partes: una presentación o planteamiento, un nudo o desarrollo y un desenlace o final. Otras, el texto se estructurará a partir de ciertas ideas principales que, posteriormente, se explicarán o desarrollarán con otras secundarias o de menor importancia. Y, en ocasiones, el texto podrá presentarse como un todo unitario en el que no será posible establecer ningún tipo de división.

Para descubrir cuál es la organización del texto:

Parte del subrayado inicial que hayas hecho.

Básate en el contenido y en tu intuición.

Análisis del contenido: estructura
Una vez que hayas averiguado cómo está organizado el texto:

Señala cada una de las partes y delimita su extensión: la primera parte va desde... a...; la segunda... La primera parte está formada por los dos primeros cuartetos..., la segunda por los dos tercetos...

Análisis de la forma

El código que emplea el autor en el texto es la propia lengua, en nuestro caso el castellano. No obstante, por la función poética, que es la predominante en los textos literarios, sufre mayores o menores desviaciones, en función del género literario que el autor elija, la finalidad que persiga con el texto y los recursos estilísticos que utilice.

Es muy importante que observes el registro o los registros lingüísticos que aparecen en el texto porque se puede jugar con ellos:

Si en el texto interviene un solo emisor, el registro suele ser el estándar o el culto.

Si el texto es narrativo, el narrador puede utilizar un registro estándar o culto, pero si acude al diálogo o al estilo directo para poner de manifiesto las palabras o la forma de expresarse de ciertos personajes, puede introducir variedades dialectales, coloquiales, vulgares, etc. Lo mismo puede ocurrir en un texto dramático.

El texto como comunicación y conclusión

Analiza también el texto desde el punto de vista comunicativo. Para ello, habrás de tener en cuenta su finalidad, las funciones predominantes del lenguaje utilizado y la relación que se establece entre el emisor y el receptor dentro del texto.

Si lo consideras oportuno, puedes exponer la opinión que te merece el texto a modo de conclusión, pero deberás argumentarla evitando la utilización de tópicos.

Redacción final

La redacción del comentario exige también una organización porque tiene que tener, como cualquier texto, coherencia y cohesión. Tu redacción final debe ser clara, ordenada, amena y convincente.

No olvides que, aunque estés comentando un texto, tú estás creando otro. Tu reflexión, análisis y conclusiones tienes que plasmarlas eligiendo la tipología textual de la exposición, e, igualmente, debes argumentar todo lo que expones.

Tu texto se inscribe dentro del ámbito académico. Es preciso que muestres, además de tu capacidad para comentar un texto, tu conocimiento del vocabulario específico de la filología y la crítica literaria (a tu nivel), empleándolo adecuadamente.

Utiliza párrafos breves y periodos oracionales que no sean farragosos porque dificultarían la comprensión de aquello que quieres transmitir.

Tu vocabulario debe ser escogido y preciso.
Repasa la redacción para asegurarte de que no has cometido faltas de ortografía. Si lo has escrito en el ordenador, pasa el corrector ortográfico.

Lee tu comentario desde el principio hasta el final, como lo hará tu profesor. Corrige todos los errores gramaticales o léxicos que encuentres.

Déjalo reposar, si es posible, uno o dos días.

Revísalo de nuevo por si se te ha pasado algún detalle o por si algo no ha quedado expresado con suficiente claridad y aún persiste algún error.

martes, 21 de octubre de 2008

corrija la puntuacion

Habia dejado de nevar y los niños ansiosos de libertad salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recien formada La hija del herrero tomando puñados de nieve con sus manitas habiles se entrego a la tarea de moldearla.Hare un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo Le salio un niñito precioso redondo con ojos de carbon y un boton rojo por boca La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtio al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes dias de aquel invierno Le hablaba le mimaba Pero pronto los dias empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos El muñeco se fundio sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un boton rojo La niña lloro con desconsuelo Un viejecito que buscaba en el sol tibieza para su invierno le dijo dulcemente Seca tus lagrimas bonita por que acabas de recibir una gran leccion ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas

lunes, 20 de octubre de 2008

Viaje al centro de la tierra

capitulo 1:

vocabulario:

El lenguaje cinematografico

EL CINE: Es, básicamente, el arte de hacer pasar rápidamente muchas imágenes fotográficas que representan movimientos consecutivos de una acción determinada. De esta manera se crea en el espectador la ilusión de que estas son escenas en movimientos. El cine es una de las formas de diversión más populares hoy en dia. Muchos de nosotros disfrutamos y vivimos intensamente las historias que nos presentan las películas.
Lo que hace posible que el cine sea tan llamativo, es la combinación de varios lenguajes en una sola presentación. Cuando apreciamos una película percibimos imágenes, sonidos y palabras a la vez. Cada uno de estos elementos hace parte de un lenguaje determinado que se convierte en una forma de expresión que cobra significados diferentes, de acuerdo con el desarrollo de la historia que estamos apreciando. Por esta razón vemos a continuación las principales formas del lenguaje cinematográfico.
El lenguaje visual en el cine.
El recurso principal de expresión del cine es el de las imágenes en movimiento. Este es, pues un recurso visual. Al comienzo, las películas no contaban con sonido. De esta manera, los movimientos y acciones de las primeras películas sugerían los posibles sonidos que acompañaban a la acción. Se acostumbraba acompañar las proyecciones de las películas con pequeños carteles que indicaban los diálogos y efectos de sonido que acompañaban las escenas. También reutilizaba un acompañamiento musical cuyo ritmo cambiaba de acuerdo con la intensidad de la acción. Sin embargo, estos recursos eran complementarios, ya que el centro de la historia estaba determinado por las imágenes que podía ver el espectador.
En el cine de hoy, el lenguaje visual sigue siendo uno de los principales recursos de expresión. Las imágenes comunican por sí solas toda una serie de significados. Uno de los aspectos más importantes del lenguaje visual del cine está determinado por el punto de vista que nos presenta de los personajes y de los espacios. De esta manera, nosotros, como espectadores, podemos contemplar no sólo los movimientos de los personajes, sino que gracias a los distintos ángulos que nos puede mostrar una imagen, podemos apreciar los sentimientos y actitudes de los personajes. Películas como la quimera de oro, de Charles Chaplin o Blade Runner, de Ridley Scout son dos producciones que ilustran muy bien la importancia del lenguaje visual del cine.

EL LENGUAJE AUDITIVO EN EL CINE

Los sonidos, efectos sonoros, y las bandas sonoras hacen parte del lenguaje auditivo que emplea el cine. La importancia del lenguaje auditivo en una película está dada por la forma como se crea una impresión de realidad de las acciones que contempla el espectador. Como mencionábamos anteriormente, las proyecciones de las películas sin sonido se acompañan con música. Con la llegada del cine sonoro, se pudo incorporar a las películas toda gama de sonidos que corresponden a las distintas acciones que el espectador contempla en la pantalla. Los adelantos tecnológicos han permitido que los efectos de sonido creen la impresión de que la acción cinematográfica ocurre en nuestro alrededor.
Por la otra parte, las bandas sonoras, es decir, las canciones y temas que acompañan a la película, se han convertido en un elemento especial del lenguaje cinematográfico. Un ejemplo es la película Fantasía, en la cual grandes temas de la música clásica se convierten en los verdaderos protagonistas de la cinta.
Por otra parte, en muchas ocasiones el conjunto del temas musicales que corresponde a determinada película se utiliza como un elemento de apoyo para el contenido de la misma. Tal es el caso, por ejemplo, de la banda sonora de la película la guerra de las galaxias, que incluye algunos efectos sonoros que nos hacen evocar de inmediato las imágenes visuales de la película. Actualmente, las bandas sonoras de las películas incluyen canciones que reciben el nombre de canción-tema. Estas canciones con frecuencia se convierten en éxitos en el mercado de la música popular. Ejemplos de ellos son las canciones- tema de películas tales como el Rey León y Los Tres Mosqueteros. Así pues, el lenguaje auditivo también hace parte de, contenido de una cinta cinematográfica. A continuación veremos otra forma el lenguaje de la que se vale el cine.

domingo, 12 de octubre de 2008

CUENTOS DE REFLEXION 2

LA VIRGEN DE SITIOVIEJO

A medida que nos alejábamos del pueblo la cantidad de casas a lo largo del camino
disminuía y empezaban a verse los beneficiaderos de café y los almácigos con los
retoños de las plantas empacados en bolsas de plástico negro. Las herraduras de las
mulas azotaban las piedras del camino produciendo un sonido metálico, el sol se colaba
por entre las ramas de los guamos que hacían sombra a los cafetales llenando de
claroscuros el ambiente, cada cierta distancia nos salpicaban los manantiales de agua
cristalina que se desplomaban de la montaña en su loca carrera hacia el valle.
Avanzábamos en silencio, sumidos en nuestros pensamientos, dejando que las mulas
nos llevaran sin afanes, a un ritmo lento pero continuo por el serpenteante camino
empedrado. A lo lejos, desde algunas de las curvas del camino se veían las chimeneas
de los altos hornos donde se refinaba el mineral de oro que sacaban de las minas del
Zancudo, hacia muchos años que esos hornos se habían apagado y con ellos se fue
apagando también el pueblo que había surgido a su alrededor, quedando solamente la
iglesia de ladrillo, unas cuantas casas de tapia con ventanales de madera y árboles
frutales en los antejardines y una escuelita de paredes amarillas que bullía de actividad
infantil durante la semana. El verde que nos rodeaba era exuberante, las tonalidades
que se observaban en las laderas de las montañas del frente hacían pensar en colchas de
retazos que cubrían el suelo, los cafetales a la vera del camino de un verde oscuro con
los puntos rojos de los granos de café maduros, los pájaros y las mariposas de variados
colores y los troncos de los guamos de donde colgaba la hiedra y se nutrían orquídeas
florecidas rompían con la monotonía del paisaje inmediato. De las pocas casas que nos
encontrábamos salían niños a decirnos adiós con las manos y se quedaban
observándonos hasta que la próxima curva del camino nos hacia invisibles, éramos
sucesos que rompían la cotidianidad a la que estaban acostumbrados. Al llegar a
Sitioviejo el camino se ensanchó conformando la calle central del caserío, entre el
borde de la calle empedrada y las casas crecían sanjoaquines y carboneros llenos de
flores. La casa de doña Raquel, donde vivía el sacristán, tenia un sendero con
guardaparques morados a lado y lado y una puerta que estaba abierta de par en par
como invitándonos a entrar. Bajamos de las mulas y ante la puerta abierta gritamos
hacia el interior de la casa:
- Doña Raquel, buenos días...
- Buenos días tengan ustedes, en que les puedo servir?
- Estamos buscando a Desiderio, el sacristán.
- Ustedes son los que vienen a llevarse la imagen de la Virgen, bien puedan entren y
siéntense, que ya les voy a llamar a Desiderio. Luisa tráigameles una aguapanela con
naranja agria a los señores, mientras voy a buscar a Desiderio. Bien puedan siéntense
para que descansen, el camino no es largo pero es cansón.
Nos apoltronamos en las mecedoras del corredor y nos servimos varios vasos de agua
de panela fría con naranja agria a la espera de doña Raquel. Al poco rato llego con
Desiderio, se trataba de un hombre entrado en años, con la ropa humilde, remendada,
pero impecablemente limpia, con unos zapatos recién lustrados y un sombrero de
fieltro que tenía casi la misma edad del dueño. Tenía la mirada triste que da la soledad
de mucho tiempo, la timidez de la humildad y los movimientos nerviosos que da el
trato con desconocidos.
-Desiderio, buenos días. No se si recibió la carta del señor Cura donde le informaba que
vamos a llevarnos el cuadro de la virgen para la iglesia del pueblo. Hemos venido a ver
como lo empacamos y de una vez nos lo llevamos.
- Ello si señor, el día de ayer me llego la carta y decía que hiciera el favor de ayudarlos,
pero que conste, si no se la pueden llevar no es por falta de voluntad mía sino de Ella.
- Como así Desiderio, por falta de voluntad de quien.
- Pues de la Virgen. Otros párrocos se la han tratado de llevar y no han podido, la
Virgen no pasa de la casa de la difunta Doña Berta, una casa blanca con ventanas
azules, que queda a la salida, antes del puente.
- Por favor, explíquese Desiderio. Como que la Virgen no pasa de la casa de Doña
Berta?
-Si Señor, como lo oye, cuando alguien trata de llevarse a la Virgen, algo pasa que no
permite que se la lleven. Si quieren les cuento lo que ha pasado otras veces.
El convencimiento de Desiderio y la expresión de seguridad de que la Virgen no saldría
de Sitioviejo motivó mi curiosidad, le pedí que nos contara los sucesos mientras nos
apurábamos otro vaso de agua de panela fría con naranja agria.
-Si Señor, como le digo, la primera vez que trataron de sacar la Virgen de la iglesia
trajeron un carpintero de la ciudad para que desbaratara el altar de madera donde esta
montado el cuadro, el carpintero con mucha maña sin tallar la madera desbarató tornillo
a tornillo el altar y sacó la Virgen, después de envolverla en unas lonas la metió en una
caja y a las tablas de la tapa le puso unas cintas metálicas y clavos para que no le pasara
nada. Montaron la caja en una camilla de guadua entre dos mulas y salieron hacia el
pueblo. Justo cuando llegaron a la casa de Doña Berta las mulas se pararon y no hubo
poder humano que las moviera. Se quedaron paradas aguantando los zurriagazos de los
arrieros por mas de una hora, las pobres mulas ya tenían peladas las ancas de tanto
fuete que les habían dado y seguían sin moverse. Cambiaron las mulas y paso
exactamente lo mismo. Después de mucho batallar con las mulas los arrieros se
asustaron y le dijeron al párroco del pueblo que no llevaban el cuadro de la Virgen, que
era un milagro y que se veía que no quería salir de Sitioviejo, que las mulas nunca se
habían comportado así. El cuento se regó y ningún arriero se le quiso medir a la tarea.
Al señor cura se le quitó la ventolera de llevarse el cuadro y hay quedó. El carpintero
que desbarató el altar se fue y el cuadro tocó colgarlo de unos clavos sobre la pared del
altar de la iglesia. Después de varios años cambiaron el párroco y al nuevo también se
le antojó llevarse la Virgen. Como le contaron la historia del milagro de las mulas el
párroco se inventó una ceremonia para glorificar a la Virgen y una procesión desde la
iglesia de Sitioviejo hasta el pueblo con banda de música y pólvora, como si a la
Virgen la pudieran engañar. Pues esa vez fue peor. Después de la ceremonia montaron
la Virgen en una de esas tarimas con palos cruzados que usan en semana santa para
mover los santos, el cura arrancó de primero con varios monaguillos que llevaban el
incienso, el agua bendita, una matraca y un copón con hostias, después venía la Virgen
y detrás la banda de música y los que tiraban los voladores, después seguía un montón
de gente que venía del pueblo a acompañar a la Virgen hasta su nueva iglesia.
- ¿Vieron una quebradita que pasa debajo del puente de la entrada cuando llegaron a
Sitioviejo? - Se llama la quebrada de los murciélagos y ese día se reventó un tapón que
se había hecho con un derrumbe por los lados de La Candela y que la tenía represada,
la borrasca arrastró de ahí para abajo casas, pesebreras, cafetales, plataneras y justo
cuando la procesión iba a cruzar el puente llego la borrasca y se lo llevó. Los músicos
se quedaron callados y los polvoreros se quedaron con los voladores hechos. La gente
del pueblo que había bajado a Sitioviejo a llevarse la Virgen, se asustó tanto que se
arrodillaron a rezar un rosario, el cura no sabia que hacer, pues todo el mundo le echó
la culpa de la tragedia por tratar de llevarse la Virgen. Esa fue la última vez que
trataron de llevarse la Virgen, hasta ahora que vienen ustedes.
El relato del viejo me hizo sonreír. Quién sabe que sucesos extraños hicieron que las
mulas se quedaran quietas, pero con seguridad lo del puente fue pura casualidad. De
inmediato le propuse a Desiderio que fuéramos a la iglesia a ver el cuadro de la Virgen.
Se trataba de un cuadro de unos dos metros de altura por uno y medio de ancho, un
óleo sobre madera, puro arte quiteño pintado a finales del mil seiscientos. Se
conservaba en un estado excelente, como si los años no le hubieran pasado, estaba muy
poco craquelado y los colores mantenían mucha parte de su brillo original. El marco
era ancho con un delicado trabajo de repujado en plata. La imagen de la Virgen estaba
parada sobre nubes blancas y a su alrededor se veían grupos de querubines con cabello
rubio. La corona de la Virgen era dorada, sus vestidos rojos y tenia en la mano derecha
un rosario rematado en una cruz plateada. La cara de la Virgen tenía una expresión de
suprema ternura que tranquilizaba el alma. Poco a poco la iglesia se fue llenando con
la gente de Sitioviejo, llegaron las señoras con sus niños y los ancianos que habían
permanecido allí después de que se terminó el trabajo en las minas o en los altos
hornos. Todos tenían la tristeza reflejada en el rostro, poniendo en evidencia el amor
que sentían por la imagen y que muy pronto dejarían de tener cerca. El cuadro de la
Virgen era el elemento que mantenía de alguna manera unida a la gente de Sitioviejo.
Era evidente que la salida de la imagen marcaría inexorablemente el fin de la vereda.
No pude bajar el cuadro del altar, mire a mis compañeros de viaje y me dirigí a la gente
que llenaba la iglesia:
- Este cuadro es muy grande y no creo que salga por la puerta de la iglesia
- Pero si la puerta tiene como el doble del tamaño del cuadro, como no va a salir,
replicaron mis compañeros.
- Pues desde donde estoy parado la puerta se ve muy pequeña, no creo que
quepa.
La gente del pueblo comenzó a mirarse la una a la otra, no entendían que pasaba, de
pronto Desiderio se arrodilló y comenzó a rezar una Avemaría, los demás lo imitaron,
yo, mientras tanto, salí con mis compañeros, montamos las mulas y salimos para el
pueblo. La Virgen permanece en la iglesia de Sitioviejo, la pequeña iglesia se ha
convertido en un lugar de peregrinación tan importante que el municipio construyó una
carretera para facilitar la llegada de la gente, poco a poco la actividad ha regresado a la
vereda, la economía a crecido con la fabricación y venta de las reliquias de la Virgen,
los restaurantes y las tiendas tienen nueva clientela, la escuelita amarilla sigue llena de
niños en la semana y Desiderio cuenta una tercera historia, la del día en que los
Doctores vinieron a llevarse la Virgen y Ella hizo el milagro de poner la puerta de la
iglesia tan chiquita que no pudieron sacar el cuadro.

Juan Uribe 11/07/07

CUENTO DE REFLEXIÓN

EL ATAUD DE LA IGLESIA DE SABALETAS

El ataúd permanecía colgado en la sacristía. En la esquina, en la
pared del fondo, al lado de la ventana, se mantenía colgado de unos
clavos de ferrocarril anclados a la pared. Cuando se requería de sus
servicios se descolgaba y se enviaba a la casa del difunto para que lo
velaran en él, una vez se había cavado la sepultura se trasladaba a la
iglesia, se realizaban las honras fúnebres y se hacía un pequeño
desfile desde el altar de la capilla hasta el cementerio que estaba
ubicado en la parte de atrás, se tomaba el cadáver de los hombros y
los pies, se colocaba en la tumba y el ataúd regresaba a la sacristía,
permaneciendo colgado hasta que era requerido por otro difunto. El
ataúd era lo suficientemente grande para ser usado con cualquiera
de los difuntos. Muchas veces el difunto era pequeño y quedaba
nadando en él, otras veces la corpulencia del muerto hacia necesario
que se apretara para que cupiera, inclusive se cuenta de un minero
flaco, enjuto, que medía mas de dos metros y que cuando lo
colocaron en el ataúd la tapa no cerraba, alguien sugirió que le
quebraran las piernas para poder taparlo, al final lo acomodaron con
las piernas dobladas y sin la tapa. Sin importar el tamaño del difunto
el ataúd hacía su tarea. Cuando había una tragedia en las minas,
donde fallecían varias personas, se hacia un velorio y unas honras
fúnebres en grupo, con los cadáveres sobre mesas improvisadas. Una
vez terminada la ceremonia se iban pasando uno a uno al ataúd para
llevarlos hasta la sepultura. Podría decirse que el ataúd era la puerta
de paso al eterno descanso de todos los difuntos de la parroquia. El
acabado del ataúd era burdo, unas tablas ligeramente cepilladas
ensambladas con la ayuda de un ángulo metálico y una tapa que
encajaba en la parte superior, con una cruz de madera en ella, sin
forros de satín o almohadas con boleros como los ataúdes que se
venden en las funerarias del pueblo, tampoco tenia agarraderas ni
tapa con vidrio por donde mirar el cadáver. Para que la gente viera el
difunto, la tapa permanecía contra la pared hasta que se daba la
orden de salida hacia la iglesia, en ese momento le colocaban la
tapa. El paso al mas allá de los difuntos de la parroquia era tan
precario como la vida que habían tenido. Cuando se veía salir el
ataúd de la sacristía se sabía que había muerto alguien, los viejos se
preguntaban si se trataba de alguno que murió de viejo, los jóvenes
si se trataba de un trabajador que había muerto en un accidente en
las minas. Esas eran las dos causas mas comunes de defunción en
aquella vereda. Durante varios años fui el sacristán de aquella
parroquia, dentro de mis obligaciones se encontraba el
mantenimiento de la iglesia y hacer las labores de sepulturero del
pequeño cementerio que acogía sin distingos a los muertos de
aquella vereda miserable. Los dueños de la mina y sus capataces
eran enterrados en el pueblo. La iglesia era muy pequeña, contaba
apenas con unas cuantas bancas para los feligreses, el altar no tenía
mas que una cruz fabricada con un par de trozos de madera burda y
de ella colgaba un pedazo de tela de lino que simbolizaba a Cristo
resucitado, que en un principio fue blanco, pero que con el paso del
tiempo se había vuelto amarillo. El sacerdote oficiaba sobre un
mesón de piedra tallado por los mineros que estaba soportado por
unas columnas también de piedra talladas de manera basta y
descuidada. Los muros de la iglesia eran de tapia, con unos
pequeños nichos donde habitaban imágenes de la pasión de
Jesucristo y que eran sacadas los viernes santos para la procesión de
las once de la mañana. El piso era de ladrillo desde la puerta hasta
el altar, donde se cambiaba por unas escalas de cemento
enchapadas en azulejos. Al corredor central le daba continuidad una
fila de azulejos verdes sobre los que estaba colocado el mesón de
piedra, el resto del altar fue enchapado con azulejos amarillos que
tenían pintado el símbolo del pescado y la corona de espinas. Con el
paso del tiempo las vetas de mineral se agotaron y se fueron
marchando los mineros, solo los mas pobres y desamparados
permanecieron allí trabajando largas jornadas en busca de algo de
oro para obtener su sustento, la parroquia fue perdiendo sus
feligreses y poco a poco la gente dejo de asistir a la misa diaria o la
de los domingos. El cura párroco fue trasladado a una parroquia de
otro pueblo y yo sin más trabajo que hacer me fui a la ciudad a
buscar un empleo para poder vivir. Hoy regreso a la parroquia
después de muchos años, lo que encuentro me llena de nostalgia, es
como si los recuerdos que tengo de aquellos años se hubieran
quebrado de golpe, dejándome solo imágenes fragmentadas de las
situaciones y personajes de aquella época. La iglesia se encuentra
abandonada, las enredaderas cubren la fachada y entre las uniones
de los ladrillos del piso germina la maleza, el altar ya no tiene la cruz,
con seguridad fue consumida por el comején al igual que el lino que
simbolizaba a Cristo resucitado, las imágenes de la pasión no se
encuentran en los nichos y las bancas también desaparecieron.
Solamente se encuentra en el altar el mesón de piedra donde
oficiaba el sacerdote. En el despacho parroquial ya no están los
archivos en que se registraban los nacimientos, los matrimonios y las
defunciones, lo deben haber entregado a la parroquia del pueblo para
su conservación. En la pared del fondo continua colgado el ataúd,
parece que se mantuviera a la espera de un nuevo difunto para hacer
su trabajo. Aunque la madera aun esta intacta, el tiempo también lo
ha tocado, en la caja del ataúd se observan los desechos de paja de
los nidos abandonados donde empollaron torcazas que se colaron al
despacho por las ventanas sin vidrios y los agujeros del techo, la tapa
esta ennegrecida por las cagarrutas de murciélago y el polvo
solidificado por el agua de las goteras que deben ser copiosas en la
época de invierno. La cruz se conserva sobre la tapa, pero tampoco
fue respetada por los animales o el tiempo. ¿Para cuantos difuntos
habrá servido de transporte al cementerio?. ¿Cuantos años tiene
colgado de los clavos de ferrocarril anclados a la pared, desde ese
primer día en que llego a la iglesia? y continua allí, quieto,
inamovible, siempre a la espera de nuevos difuntos que no llegarán.
Desamarré el ataúd de los clavos, con un machete limpié las
cagarrutas de murciélago y el polvo endurecido de la tapa y saque de
la caja los nidos abandonados y la tierra acumulada por el tiempo.
Sobre la caja ya relativamente limpia coloque la tapa y la amarre con
un alambre oxidado, lleve el ataúd hasta la iglesia y lo coloque al
frente del altar de piedra, sitio que había ocupado en innumerables
ocasiones durante muchos años, después cavé una tumba en el viejo
cementerio, regresé a la iglesia, recé algunas oraciones por su eterno
descanso y en un desfile de uno con un ataúd a la espalda lo conduje
al cementerio donde lo coloque por fin en una sepultura, el lugar
natural donde deben terminar la vida los ataúdes, con algunos
maderos viejos construí una cruz y le coloque como inscripción

“DESCANSA EN PAZ”

Juan Uribe 3/07/2007

jueves, 2 de octubre de 2008

MODALIDADES DE ATENCION

MODALIDAD FOCALIZADA: Capacidad para dar respuesta de un modo diferenciado a estímulos sensoriales específicos.
Permite el procesamiento de determinados estímulos, mientras se ignoran otros.

MODALIDAD SOSTENIDA: Capacidad para mantener una determinada respuesta conductual, mediante la realización de una actividad repetida y continuada , durante un periodo de tiempo determinado.

MODALIDAD ALTERANTE: Capacidad para cambiar el foco de atención desde un estímulo a otro, desplazándolo entre varias tareas que exigen distinta respuesta cognitiva, pero ejerciendo un control sobre las distintas actividades atencionales que se estén realizando.

CAPACIDAD SELECTIVA: Capacidad para mantener una determinada respuesta ante un estímulo a pesar de la presencia de varios estímulos distractores que de manera simultanea compiten entre sí.
Permite prestar atención a las características del ambiente que son relevantes para la conducta dirigida a metas, excluyendo otros estímulos.

MODALIDAD DIVIDIDA: Capacidad para responder simultáneamente a diferentes estímulos y tareas, o a demandas diferentes durante la realización de una misma tarea.
Permite la realización de varias tareas atencionales de modo simultáneo, como por ejemplo hablar con el acompañante, mirar por el espejo retrovisor y controlar los pedales mientras conducimos.

MODALIDAD EXCLUYENTE: Capacidad para producir una respuesta inhibiendo otras que no son relevantes para el logro de metas, lo que exigen la ignorancia de estímulos irrelevantes para la realización de una tarea.
Un ejemplo de atención excluyente es la realización de tareas de inhibición tipo Stroop, consistentes en no leer el nombre de la palabra, sino decir el color de la tinta con el que está escrita .


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Erotismo y pornografía: ¿una cuestión objetiva o subjetiva?

En ocasiones nos encontramos con personas que argumentan que les gusta el erotismo pero no la pornografía. Sin embargo, en los debates que se realizan para discutir esta cuestión y conseguir diferenciarlos, es muy difícil llegar a un consenso y a una conclusión inequívoca. Aunque a veces las apariencias engañan y, en algunos casos, existen bases para el consenso.
Interesados por este tema, en 1991, en el Instituto Espill realizamos una investigación, que llevaba el título de este post y que presentamos en el Congreso Mundial de Sexología de Amsterdam. Con este trabajo quisimos constatar hasta que punto existían coincidencias en la valoración de textos en función del grado de pornografía.
Para diseñar el estudio se tomó en cuenta el trabajo de Eysenck "Usos y abusos de la pornografía". Alianza Editorial (1979). Según este autor, la consideración del nivel de pornografía de un material escrito, depende de una serie de elementos objetivos del texto: adjetivos, sustantivos, situación descrita, etc. Siguiendo los criterios de clasificación de Eysenck analizamos fragmentos de tres obras: Las experiencias de un joven Don Juan de Guillaume Apolliner (catalogado como nivel 1: Levemente pornográfico), Sexus de Henri Miller (nivel 2: Pornográfico no obsceno) y La historia de mi vida, anónimo (nivel 3: Pornográfico obsceno).
Estos textos fueron valorados por 216 estudiantes universitarios, 112 mujeres y 104 varones. Los resultados fueron rotundos; existía coincidencia entre la valoración de textos, según los criterios de Eysenck y la valoración que hicieron los estudiantes. Además, no se dieron diferencias entre la valoración de hombres y mujeres. Lo que apunta a que sí que existe un consenso en la consideración del grado valoración de la pornografía en textos escritos por este grupo de población y por los patrones señalados por este autor.
Ciertamente el consenso tiene mucho que ver con factores culturales. El grupo que nosotros analizamos era muy homogéneo y esto contribuyó a que su juicio sobre el grado de pornografía fuera parecido. Pero está claro que si ampliamos el círculo las diferencias aumentan. De hecho, las autoridades de distintos países no se ponen de acuerdo en la valoración de películas, que en algunos lugares son censuradas por ser consideradas pornográficas y catalogadas como 'filme X', mientras que en otros, las mismas películas, reciben la aprobación bajo la categoría de 'erótica'.
Si replicáramos el estudio entre la gente que conoces, ¿crees que habría acuerdo en lo que consideran pornográfico? ¿A qué crees que se deba esta dificultad para decidir si una película es erótica o pornográfica? ¿Tienes clara esa diferencia
En ocasiones nos encontramos con personas que argumentan que les gusta el erotismo pero no la pornografía. Sin embargo, en los debates que se realizan para discutir esta cuestión y conseguir diferenciarlos, es muy difícil llegar a un consenso y a una conclusión inequívoca. Aunque a veces las apariencias engañan y, en algunos casos, existen bases para el consenso.
Interesados por este tema, en 1991, en el Instituto Espill realizamos una investigación, que llevaba el título de este post y que presentamos en el Congreso Mundial de Sexología de Amsterdam. Con este trabajo quisimos constatar hasta que punto existían coincidencias en la valoración de textos en función del grado de pornografía.
Para diseñar el estudio se tomó en cuenta el trabajo de Eysenck "Usos y abusos de la pornografía". Alianza Editorial (1979). Según este autor, la consideración del nivel de pornografía de un material escrito, depende de una serie de elementos objetivos del texto: adjetivos, sustantivos, situación descrita, etc. Siguiendo los criterios de clasificación de Eysenck analizamos fragmentos de tres obras: Las experiencias de un joven Don Juan de Guillaume Apolliner (catalogado como nivel 1: Levemente pornográfico), Sexus de Henri Miller (nivel 2: Pornográfico no obsceno) y La historia de mi vida, anónimo (nivel 3: Pornográfico obsceno).
Estos textos fueron valorados por 216 estudiantes universitarios, 112 mujeres y 104 varones. Los resultados fueron rotundos; existía coincidencia entre la valoración de textos, según los criterios de Eysenck y la valoración que hicieron los estudiantes. Además, no se dieron diferencias entre la valoración de hombres y mujeres. Lo que apunta a que sí que existe un consenso en la consideración del grado valoración de la pornografía en textos escritos por este grupo de población y por los patrones señalados por este autor.
Ciertamente el consenso tiene mucho que ver con factores culturales. El grupo que nosotros analizamos era muy homogéneo y esto contribuyó a que su juicio sobre el grado de pornografía fuera parecido. Pero está claro que si ampliamos el círculo las diferencias aumentan. De hecho, las autoridades de distintos países no se ponen de acuerdo en la valoración de películas, que en algunos lugares son censuradas por ser consideradas pornográficas y catalogadas como 'filme X', mientras que en otros, las mismas películas, reciben la aprobación bajo la categoría de 'erótica'.
Si replicáramos el estudio entre la gente que conoces, ¿crees que habría acuerdo en lo que consideran pornográfico? ¿A qué crees que se deba esta dificultad para decidir si una película es erótica o pornográfica? ¿Tienes clara esa diferencia